EPÍLOGO

La sensación de que todo ya está dicho es común en el arte contemporáneo. En realidad no es posible escribir un prólogo para una exhibición de arte moderno. Debe forzosamente tratarse de un epílogo. Esto es especialmente aplicable a EYEGOBLACK, exposición cuyo título proviene del libro "Finnegans Wake" de James Joyce.

La muestra nos resulta ya conocida antes de haber sido vista. Su reputación la precede por lo que es más una posdata sobre la vida de las obras que un inicio.

En cierto modo, el arte contemporáneo ha perdido su castidad, ya que parecería estar inserto en un manuscrito determinado de antemano. Es imposible para el arte desligarse del papel que le ha sido impuesto. La refinada elección por parte de James Joyce de la palabra EYEGOBLACK juega con su doble sentido verbal, el cual no posee el mismo efecto en la palabra escrita. Del mismo modo, el arte pictórico es verbal. No existe una "escritura" del arte ni un idioma pictórico abstracto. El arte es siempre habla. Es su ángulo semiótico.

A partir de Duchamp el arte ha perdido su inocencia, ya que siempre trata de adaptarse a diversas situaciones de
receptibilidad. Esta creciente consciencia sobre la historia de recepción de las obras ha impulsado a los artistas a trabajar nuevamente con la problemática hipermodernista sobre el rol del arte y del artista en la sociedad.

EYEGOBLACK es justamente una exposición que enfoca la función del artista. No es posible para el artista ser el genial buscador/relator de la verdad. Hay charlatanes, hay escépticos, hay artistas con gran éxito económico. Todos estos roles tiñen la historia interpretativa de las obras.

El que los cinco artistas, Niels Bonde, Marco Evaristti, Erik A. Frandsen, Michael Kvium y Christian Lemmerz se hayan escogido entre sí no es casual, sino una elección de afinidades. Se desafían y provocan revocando las barreras entre las obras individuales, fusionando así la muestra en una "obra colectiva". De esta manera, la autoridad de cada artista es debilitada siendo el arte el que habla. Este "entrega" a sus creadores y a los estilos modernistas al mismo tiempo que los artistas son totalmente conscientes de que el arte es el área de conocimientos dentro del cual trabajan.

Es, en fin, un profundo amor por el arte y, simultáneamente, una duda abismal.

Peter S. Meyer

<< volver